
El nadador de Baltimore, que ya ha igualado la hazaña de Mark Spitz con siete oros olímpicos, reconoció lo apretado del final: "Hasta que no llegué y miré el marcador no sabía que había ganado". Phelps también habló sobre la protesta serbia: "No sé si han protestado o no. Yo he visto después la carrera a cámara lenta y la distancia entre nosotros es pequeñísima, pero yo toco con mi mano primero".
A Phelps ya sólo le queda una carrera, un oro para lograr los iniguablables ocho, pero no se fía, aunque su equipo sea el favorito para los relevos de mañana: "Australia tiene un gran relevo. No será nada fácil".
Phelps se llevará un millón de dolares extra de su marca de bañadores, pero eso no parece alterarle mucho: "Si fuera por dinero, habría elegido otro deporte. Nado porque amo nadar".
La estrella de los Juegos declaró que su próximo reto será "ganar algún oro más en otras competiciones" y se marchó dejando un mensaje: "Cuando más grande sea tu sueño mejor. Yo lo he hecho realidad".
No hay comentarios:
Publicar un comentario