Estaba durmiendo plácidamente, era un partido de futbol, cuando de pronto empezó a temblar, no eran las barras bravas, era latierra peruana, tan llena de movimientos y temblores, que volvía ha hacer de las suyas.
Fue un sismo de cuatro grados de magnitud en la escala de Richter el que nos sacudió esta madrugada a los limeños y porteños.
El Instituto Geofísico del Perú (IGP) informó que el movimiento telúrico, cuyo epicentro se ubicó a 33 kilómetros al suroeste del Callao, se produjo a las 05.15 horas y tuvo una profundidad de 41 kilómetros.
Este sismo tuvo una intensidad de II y III en la escala Modificada de Mercalli en Lima y Callao.
El temblor provocó alarma entre la población que salió a las calles, muchos de ellos llorando y clamando piedad a Dios, pero esta vez no se registraron daños materiales, ni pérdidas de vidas humanas.
Menos mal
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