viernes, 31 de julio de 2009

El cuy es la sensación en Estados Unidos

La nueva película de Disney, Fuerza – G, que trata sobre un grupo de cuyes espías, ha convertido a estos animales en los favoritos de los niños estadounidenses. Al menos 795 mil familias norteamericanas tienen estos roedores como mascotas.


Los agentes Blaster, Juárez y Darwin han disparado la popularidad de los cuyes. (YouTube)

El cuy es la sensación en las tiendas de mascotas en Estados Unidos, gracias a la película de Disney, Fuerza- G, en la que estos animales son espías del FBI que luchan por la justicia.

Los agentes Blaster, Juárez y Darwin, tres graciosos e intrépidos cuyes, se han convertido en los favoritos de los niños estadounidenses y más de uno ya le pidió a sus padres uno para tenerlo de mascota, según informó Examiner .

En Estados Unidos han bautizado este hecho como el síndrome de Los 101 Dálmatas, debido a que hace unos años esta raza de perros se volvió muy popular a raíz del relanzamiento de la película animada de Disney.

Si bien más de un niño estadounidense podrá adquirir un cuy – cuesta alrededor de 25 dólares en una tienda de mascotas -, el problema es que no querrá quedarse con el animal mucho tiempo, debido a que el roedor en la realidad no es tan intrépido ni hace tantas piruetas como en la película.

Al menos 795 mil familias estadounidenses tienen cuyes como mascotas, de acuerdo a una encuesta de la American Pet Products Association. Los activistas señalan que esto pasó con los dálmatas: miles de familias estadounidenses adquirieron cachorros y un gran número de ellos terminó en refugios después de algunos meses, y que con los cuyes podría ser peor, debido a que son muy delicados.

Los grupos en defensa de los animales señalan que los niños tienden a querer imitar lo que ven y los cuyes son asustadizos, delicados y, sobretodo, llegan a formar una buena relación con los seres humanos después de muchos meses de paciencia y esfuerzo. Los activistas señalan que los pequeños pueden llegar a matar a estos animales jugando con ellos.

La mayoría de refugios tienen programas en los que se apadrina un cuy, el niño puede visitarlo y hasta ponerle nombre.


peru21.pe, 31 de Julio del 2009

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